Escrito por Beservices
¿Qué es el edge computing?
El edge computing, es un tipo de filosofia aplicable especialmente en escenarios empresariales e industriales que permite almacenar y analizar datos a proximidad de donde se colectan. Es una forma descentralizada del cloud computing que permite tratar en tiempo real los datos que provienen de dispositivos IOT en lugar de enviarlos a través de largos recorridos para que lleguen a centros de datos y nubes de computación.
El internet de las cosas está definido por la interconexión de varios dispositivos vía internet. Por ejemplo el edge computing podría ser un dispositivo de almacenamiento o de monitoring ubicado cerca de captadores instalados en máquinas industriales, eólicas, centrales meteorológicas o cadenas de suministro.
Este dispositivo guardería los datos, podría saltar una alarma sobre estos datos, y se comunicaría con el cloud central. Este entorno local, más cercano a los aparatos tratará y analizará los datos rápidamente para tomar una decisión que podrá optimizar el funcionamiento de estos aparatos. Esto aporta la ventaja a las empresas de analizar los datos importantes casi en tiempo real, algo que puede ser vital en sectores como la fabriación, la salud, las telecomunicaciones o la industria financiera.
Desafíos y representación del mercado de Edge computing
Con el impulso de la llegada de 5G, el Edge Computing se considera una de las principales tendencias del año. Controlar el flujo de datos es un problema importante, y el crecimiento del mercado de IoT depende en particular de la red de alta velocidad y la velocidad de los intercambios de datos con la nube.
Según el estudio de la consultora Gartner, el 91% de los datos en la nube se procesarán de forma centralizada en 2020, mientras que se espera que se produzca un cambio importante para 2025, con el 75% de los datos procesados en el borde por el Edge Computing.
Asimismo, esta misma tendencia parece estar respaldada por la firma de análisis Research and Markets que constata una importante evolución del mercado pasando de 1.272 millones de dólares en 2018 a 6.959 millones de dólares en 2024. El Edge Computing se considera discreto frente al gigante que representa el Cloud, pero se está revelando gradualmente y se está volviendo casi indispensable para ciertas industrias en los próximos años.
Hoy en día, varios actores ya se preparan para estas tecnologías. Los gigantes de la nube ya no son los únicos en el reino de la nube y deben forjar vínculos con los beligerantes para garantizar un futuro próspero. Los operadores de telefonía se están colocando en el tablero de ajedrez para participar en este mercado. Los grandes fabricantes de IOT como Samsung, Siemens, Bosch, General Electric, ABB ven esta tecnología como una extensión, un desarrollo lógico de su negocio. Por ejemplo, General Electrics se está embarcando en microcentros de datos que representan "del 15 al 20% de la facturación de la división" dedicada a Edge Computing. El Internet de las cosas es un mercado en rápido crecimiento que se desarrolla en las afueras y en complementariedad con la nube.
Ventajas y limitaciones de Edge Computing
El Edge Computing muestra varias ventajas:
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Velocidad: libera ancho de banda de la red para reducir el nivel de latencia. Los datos están cerca de su usuario, por lo que se distribuyen más rápidamente para una mejor experiencia del cliente.
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Seguridad: almacenar datos lo más cerca posible del usuario permite un mayor cumplimiento de GDPR.
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Precio: Limita los costos mediante el uso de una infraestructura distribuida que permita optimizar al máximo esta infraestructura.
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Soberanía: Delega el tratamiento de los datos de la Nube al más cercano a ti. En un contexto en el que los datos se procesan a menudo de forma centralizada en un enorme centro de datos lejos de su empresa, el Edge Computing viene a aliviar el miedo a esta nueva guerra de soberanía de la que surge el Cloud Act.
Como cualquier herramienta con ventajas, Edge Computing tiene también sus desventajas:
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Complejificación de las redes en la nube: una arquitectura de nube denominada “clásica” promete centralización y, por lo tanto, un sistema más simple. La implementación de Edge Computing agrega intermediarios adicionales a la ya compleja arquitectura de red.
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Mantenimiento: La complejidad y el aumento del número de dispositivos van de la mano con la necesaria gestión de los elementos. En consecuencia, el nivel de mantenimiento parece más importante con el Edge Computing.
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Hardware: uno de los beneficios de la nube sería reducir los dispositivos informáticos, pero el Edge Computing agregan más equipos.
El coste cada vez más reducido de los dispositivos y los sensores, junto a la necesidad de reducir latencias, consumir menos ancho de banda o reducir el consumo energético, indica a pensar que el Edge Computing irá cobrando más fuerza con el tiempo en algunos sectores vinculados al IoT. Esto no significa que la dependencia de la nube y de entornos Cloud desaparezca: ambas tendencias deben aportar. Por ejemplo, un enfoque de Edge Computing será más adecuado cuando se necesita velocidad y baja latencia en las transferencias de datos, mientras que el cloud seguirá siendo más viable para analizar y tratar grandes cantidades de datos que requieran una potencia de cálculo notable.