Escrito por Beservices
Publicado: (diciembre 2019) | Última modificación: (octubre 2022).
Incorporar una nueva tecnología en una empresa es un proceso delicado. Dado que en muchas ocasiones el buen funcionamiento de, por ejemplo, un servidor de datos afecta directamente a la actividad del negocio, plantearse un cambio del mismo despierta ciertas inquietudes.
Con la llegada y consolidación del Cloud Computing, muchas empresas han decidido dar el paso y empezar a trabajar en la nube. Otras aún se lo plantean, frenados por las inquietudes que comentábamos arriba.
En este artículo vamos a arrojar un poco de luz sobre las diferencias que hay entre un hosting tradicional frente al Cloud Computing.
¿Qué es un Hosting tradicional y qué es el Cloud Computing?
El Hosting tradicional consiste en la contratación de un alojamiento en un servidor físico que nos proporciona ciertas funcionalidades. En dicha máquina pueden convivir además diferentes alojamientos asociados a otras empresas.
El Cloud Computing cuenta con una estructura descentralizada: la información se replica entre diferentes nodos de la red, y no en un único servidor físico.
Diferencias entre Hosting y Cloud Computing
Sabiendo ya qué significa cada concepto, podemos abordar las principales diferencias entre el Hosting y el Cloud Computing:
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Dado que el hosting tradicional está vinculado a un servidor físico, si esta máquina deja de funcionar, nos quedaremos sin servicio. Por el contrario, en el Cloud Computing, la caída de uno de los nodos de la red no afecta al funcionamiento, dado que derivará su carga de trabajo a otro. El usuario final no percibirá ningún cambio. La nube nos proporciona un entorno de trabajo de alta disponibilidad, sin caídas del servicio.
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La pérdida de información y datos almacenados puede ocurrir en un alojamiento tradicional. Si no se ha implementado un sistema de copias de seguridad, un fallo en el hosting puede eliminar información esencial para nuestro negocio. En un entorno de Cloud Computing como el que ofrecemos en beServices, la información siempre estará replicada en diferentes nodos y respaldada por un sistema de backups periódicos. Por lo que la posibilidad de pérdida de información es prácticamente nula.
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Los recursos de almacenamiento y computación son finitos en un servidor tradicional, limitados por la máquina física donde se aloja. En contraposición, cuando contratamos un servicio de Cloud Computing podemos aumentar los recursos asignados a demanda. Tanto si se trata de un incremento puntual, como si nuestro negocio crece y necesitamos más recursos de forma escalonada.
Las diferencias entre el Hosting y el Cloud Computing consolidan al último como una tecnología superior en muchos puntos. Si queréis empezar a trabajar con el Cloud Computing en vuestra empresa, no dudéis en contratar con nosotros.